lunes, 8 de septiembre de 2014

Invitación a jugar

Ella me invitó a jugar. No era la primera vez que lo hacía, antes que ella, muchos y muchas me habían invitado a jugar, mas yo no quise.

Su invitación era diferente, llegó a medianoche, aprovechándose de mi aburrimiento y prometiéndome vidas. Me hablaba de un nuevo mundo de caramelos. Esa vez, acepté.

Ella, me invitó a jugar al Candy Crush.


Con este absurdo cuentito, solamente pretendo demostrar cómo las redes sociales y la tecnología en general han rescatado palabras y han dado nuevo valor a otras.

Me explico:

Amigo: realmente no veo necesario recordar la diferencia entre un amigo en la vida real, y un amigo virtual. Las diferencias son obvias, pero todos cumplen su función. Eso sí, gracias a las redes sociales, muy probablemente Roberto Carlos podría hacer realidad eso de 'Yo quiero tener un millón de amigos'. Por cierto, los amigos en la vida real no lo hacen a través de solicitud de amistad.

Compartir: me alegro muchísimo de que volvamos a usar esta palabra, aunque solamente sea para mostrar un vídeo, una foto o una noticia. Compartir es algo que debemos hacer más.

Etiquetar: tal vez, hace unos años hubiera dicho que esta palabra me suena a ponerle el nombre a los libros, al comienzo del curso. Sin embargo, las etiquetas, no siempre son buenas.

Perfil: para mí, el perfil siempre fue ponerse de lado (ponerse de perfil). Dicen que todos tenemos un perfil bueno y un perfil malo, no sé si es cierto o no, lo que sí pasa es que todo perfil no deja ver todo lo que eres, siempre queda algo escondido.


Seguidor: que alguien te lea, no significa que te siga ¿O me equivoco?.


En definitiva, quería colar este cuento y no sabía cómo hacerlo. Espero que nadie me denuncie por ello.