Me apetecía dejar mi huella por aquí un día bisiesto, y pensar que tendría que esperar 4 años para hacerlo, en caso de no escribir hoy me pudo.
No recuerdo dónde estaba el anterior 29 de febrero, pero al menos ahora sabré que este lo pasé frente al ordenador un ratito (al menos un ratito).
Solamente eso,
lunes, 29 de febrero de 2016
domingo, 28 de febrero de 2016
Te quiero (...) imagínate
Lo siento. Pasó el 14 de febrero y no te regalé flores. No nombré a Valentín, ni tan siquiera a Cupido. Tampoco te dije que te quería. Lo siento.
Pero más siento no haberme pasado por aquí a dejar mi huella. No fue la resaca del "Sábado de Piñata", ni tan siquiera la cada día más común sensación de que el amor debe celebrarse a diario, básicamente porque hay más tipo de amores que días en el calendario. Simplemente no tuve tiempo, ¡qué novedad!. Y tenía ganas de pasarme.
El caso es que paseando por casa encontré una pintada que por simple captó mi atención. Sí, otra vez una pintada, y anuncio que a diario me suelo encontrar con otra susceptible de comentarios. La frase en cuestión es esta:
Como decía, es una frase demasiado simple, pero solo aparentemente. Al verla, se me activó esa parte del cerebro que se encarga de especular. ¿Qué habrá pasado entre ambos individuos? ¿Cuán lejos estaría su orgullo de aquella escalera? ¿No sería mejor guardar el orgullo y el spray y reconocerle su amor a la cara? Dudas y especulaciones aparte, a mi parecer, el grueso, la esencia, en definitiva la magia de la frase se esconde al final, tras la coma. Porque sí, porque a veces lo mejor llega cuando parece que ha llegado el final, en el tiempo de descuento, en la prórroga.
Imagínate, sí imagínate, imagina cuánto te quiere. Imagina qué duro tiene que haber sido el enfrentarse a una pared para reconocer su orgullo. Pero sobretodo, imagínate con esa persona que tanto dice quererte, imagínate, y solo si te ves feliz dale una oportunidad.
Dicho todo esto, una vez asaltada la intimidad de esta persona (de la que ni tan siquiera sabemos sexo) debo reconocer que ni de lejos esta es la declaración de amor más brillante que conozca. Las he visto con mejor caligrafía, ortografía, más profundas (si cabe), con mejor sentido estético, y sobretodo en lugares más apropiados (llámame como quieras, pero creo que en esto de pintar no todo lugar vale).
En definitiva, prefiero por ejemplo pintadas como esta del "colectivo" Acción Poética, no solo por su significado sino por recordarme a Benedetti, y a esta genial versión de Jesús Garriga, aunque creo que quien quiere no debería dar explicaciones, todo podría resumirse en un "Te quiero, porque sí"
Perdona por olvidarme de ti este San Valentín, espero haberlo solucionado con estas palabras.
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