No llegaba a la década de edad, cuando Benito Cabrera compuso “Soy de aquí”. Me atrevería a decir que no solo no hay canario que no la haya escuchado sino que es imposible no emocionarse al oírla. Mismo sentimiento puede generar el Pasodoble Islas Canarias, que según tengo entendido, fue compuesto por un valenciano sin pisar las islas. En este particular podium tampoco puedo olvidar “Nube de Hielo”, también de Benito Cabrera, con la peculiaridad de poder emocionar sin tener letra en su canción.
Pero volvamos al principio. Cuando comencé a escuchar “Soy de Aquí”, creo que no entendí bien eso de “con el mundo por frontera, ser canario es mi razón”. Porque en la infancia, en circunstancias como las nuestras, no solemos entender de fronteras. Para mí, la palabra frontera por aquel entonces o era el nombre del municipio en que veraneaba o en su defecto un modelo de Opel.
Pero las fronteras existen, a veces como fruto de guerras o como reparto entre mandamases con copa de alcohol y puro. En el caso de Canarias, las fronteras vienen dadas, puesto que las diseña el mar.
Es muy probable que no logremos encontrar una definición clara de qué es ser canario, pero sí tengo claro que con el paso de los tiempos ha ido ganando peso eso de tener el mundo por frontera. Son tantos los amigos que han abandonado la tierra en algún momento que quizás superen a los que no lo han hecho, y ese rasgo no deja de acompañarnos, porque al fin y al cabo, las islas son ese lugar al que siempre puedes volver, al que el anhelo siempre te querrá llevar. Sí, eso tiene un nombre, hogar.
Así que si por un casual hoy me lee algún canario alejado de esta tierra, que sepa que en cada palabra de esta entrada le va un especial abrazo. Sigue teniendo el mundo por frontera.
Feliz Día de Canarias, hoy, y siempre.