A veces me gusta darle la vuelta a las cosas y tratar de buscar la forma de ver las cosas con ojos nuevos. En cambio otras, prefiero seguir conservando algunas tradiciones. Pero sin duda, lo mejor es cuando logro darle una vuelta a lo de siempre, conservando tradiciones. ¿Cómo era aquello de 'que todo cambie para que nada cambie?
Así que aquí estoy, dándole la vuelta a los 31 que hoy cumplo, para decir que estoy en mis 13, que sigo en mis trece.
Porque sí, pese a los años sigo en mis trece, paseándome por mi mundo interior, trancando las puertas a desconocidos. Sigo en mis trece, acumulando libros, soñando despierto y luchando por hacer que mis sueños dejen de serlo.
Sigo en mis trece creyendo que hay un mundo mejor esperándome, sin por ello dejar de valorar las cosas buenas de este. Sigo en mis trece en eso de querer a mi manera, aunque a veces mi querer no sea compatible con otros.
Porque no me avergüenza reconocer que sigo en mis 13, con todo por hacer, amando y odiando al tiempo por ir tan rápido, cuando tiempo es todo lo que tenemos, todo lo que somos. Y seguiré en mis trece pensando así, llámame cabezón.
Sigo en mis 13, esperando poder seguir cumpliendo, poder seguir dándole vueltas a las cosas, mientras la Tierra da vueltas al sol.