viernes, 31 de diciembre de 2010

2010 recuerdos

Dicen que las buenas costumbres no se deben perder, y en eso pienso cuando una vez más vuelvo a intentar hacer un pequeño repaso del año que termina. No sé si es cosa mía pero instintivamente tiendo a pensar que este 2010 se me ha ido volando, pero por otra parte echo la vista un año atrás y recuerdo en donde estaba y en lo que pensaba y contemplo como han cambiado las cosas hasta tal punto que un año me parece todo un mundo. Sin embargo tras este dilema sobre lo efímero que es el tiempo veo que 365 días después del anterior repaso vuelvo a encontrarme en el mismo lugar, es decir, frente a la pantalla de mi ordenador
Al igual que cada año pienso que cada uno tendrá su particular recuerdo, pero en la memoria colectiva (aunque quede lejos en la memoria fue este año 2010) quizás queden volcanes islandeses, alertas máximas en Canarias, terremotos en Haití o huelgas de controladores. Sin olvidarnos de la llamada de los vecinos saharauis a la que quizás no hemos sabido atender correctamente.
En la memoria individual de cada uno quedarán otras historias, hazañas, quizás llantos y sonrisas, nada nuevo al fin y al cabo, pero cobra más sentido todo esto si pienso que mientras nosotros vivíamos inmersos en la rutina, un reducido número de mineros chilenos conmovían al mundo por aguantar bajo tierra sin perder la calma. Chile fue protagonista también por arrebatarle a La Palma el “Telescopio Extremadamente Grande” y por temblar su tierra hace ya algunos meses. Incluso en nuestra mente, si me apuran, al pensar en Chile podremos cruzar el Atlántico en décimas de segundo para irnos a Sudáfrica; de hecho para que España fuera campeona del mundo previamente tuvo que ganarle al equipo chileno.
En más de una ocasión he hablado de la fuerza que tiene el fútbol para movilizar a las masas y unirlas a la vez, por encima de razas, condiciones o edades y este año se ha ratificado mi pensamiento, así que más allá del triunfo ante Holanda, del gol de Iniesta, el pulpo Paul o de la patada a Xabi Alonso me quedo con la emoción latente en todas partes, niños, adultos, veteranos, y por qué no, estudiantes que veían en el Mundial la única forma de evadirse de los exámenes.
Y al pensar en fútbol me acuerdo de mi Tenerife, si bien el 2009 fue un año para enmarcar, 2010 invita a ser olvidado, (y cuanto antes mejor), así que espero que lo de este equipo sea cosa de años impares y con 2011 vuelvan las tardes de alegrías(y que 2012 tenga aires de año impar), pese a todo debo agradecer que en la isla vecina no se haya hecho leña del árbol caído y se me haya respetado por seguir a mi equipo, hasta tal punto que allí el único problema que he tenido ha sido con un lituano de dos metros que no creo que sepa mucho de fútbol.
Ya que nombro a la isla vecina aprovecho para acercarme a un plano más personal, y recordar que ha sido un año de cambios, y pese a estar a menos de dos horas de mi casa el calor del hogar es inconfundible. No solo en el sentido más estricto y literal de la palabra hogar, sino las pequeñas cosas, esas calles peatonales de La Laguna, quedar a una determinada hora en la Catedral, salir de casa y escuchar el reloj de la Concepción anunciando las menos cuarto o por ejemplo el camino a casa tras potenciar el ocio nocturno.
No llego a esta conclusión única y exclusivamente tras haberme “mudado” a Gran Canaria sino tras un año bastante movidito de maletas, furgones, aeropuertos, y dormir en aproximadamente 15 lugares distintos. Cierto es que han sido viajes fugaces que no han permitido que me enamore ciegamente del lugar pero el recuerdo seguirá ahí, y junto a él la gente que me acompañaba, ya fuera en Madrid, Palencia o en los 2300 kilómetros recorridos por Italia.
Ha sido también el año en el que he comenzado a ver la vida como diplomado, y no sé si como consecuencia de ello o por mera casualidad, se ha despertado en mí un espíritu crítico con el día a día que nos rodea, espero que en 2011 pueda hacerlo como licenciado, pero no termino de verlo muy claro (este comentario negativo es cortesía de Varian, Pareto, Cob Douglas, Jarque Bera y demás “pensadores”…)
Termina así este año de Bajada en La Palma, sabiendo que la música de los enanos no volverá a sonar hasta 2015, pero no hará falta, porque el solo hecho de haberlos visto danzar habrá servido para rejuvenecer tanto como haga falta para volver a la niñez. Sensación que ni la tecnología 3D que parece haber despuntado en este año puede lograr.
Y siguiendo con el tema de las sensaciones, y teniendo que elegir una que represente mi año 2010 me quedo con la de reencontrarse con alguien tras mucho tiempo sin verse, y es que en mi caso puedo decir que he aprendido a disfrutar el momento y no echar en cara las largas ausencias, máxime cuando ahora al volver no me esperan secos saludos, sino sinceros y calurosos abrazos, aunque debo reconocer también que aún sigo creyéndome y creciéndome cuando escucho que alguien pronuncia eso de “a ver si quedamos un día”.
A fin de ahorrar energía, y más sabiendo que en 2011 la luz subirá un 9,8%, me despido no sin antes transmitir a todos mis mejores deseos para 2011, y en especial para todas aquellas personas que no han tenido un buen 2010, así que para ellos, si me lo permiten, va mi abrazo más fuerte, y un mensaje claro, “saldremos adelante”Feliz año

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