lunes, 30 de junio de 2014

La Llamada

Me he aficionado a esto de "trabajar" con Playmobils, no sé si es por su habilidad para estarse quietos o por los recuerdos que me vienen a la cabeza cada vez que juego con ellos. El caso es que quien siga este blog ya intuirá algo de mi gusto por la música de Ismael Serrano. En esta ocasión, el cantautor vallecano ha creado una iniciativa conocida como "La Llamada".

Podría empezar ahora a hablar sobre llamadas, llamadas que nunca llegan, llamadas que uno espera y/o llamadas que mejor no se hubiera producido nunca. Pero no es el caso, igual que tampoco se trata de una de esas llamadas trágicas que tienen lugar generalmente de noche, cuando el alcohol ha empezado a dominar los cuerpos y ánimos. Lo que Ismael nos propone ahora es crear un pequeño lyric video con los versos de una de las canciones de su próximo disco. Estos son los primeros versos que han salido a la luz.


Comiendo pipas de girasol,
sentado en un banco del parque,
la tarde alumbra tu aburrimiento.
No era esto lo prometido:
niño perdido, desde el andamio,
todo tu barrio te veneraba.
Y ahora sueñas en la cola del paro
con un verano con playas de oro que no verás.

Así que cogí el guante, y corriendo, con presupuesto cero decidí poner mi pequeño granito de arena. Les invito a seguir con esta tan original propuesta. Les dejo con mi composición.





(Nota: acabo de darme cuenta de que mi propuesta no sigue el orden original de la canción, pero la intención es lo que cuenta, y no hay nada que la informática no permita corregir).

domingo, 15 de junio de 2014

Consejos a una reina

Antes de que comenzara el Mundial, la palabra más repetida era "abdicación". Todos se preguntaban a qué se dedicaría el monarca una vez jubilado, y todos se olvidaban de la Reina. Así que de forma altruista he decidido darle unos consejos a doña Sofía.

No, era broma, soy consciente de que la Reina no verá jamás este blog, así que este será mi humilde homenaje a todas las mujeres jubiladas, quienes quizás merezcan más que cualquier monarca el descansar y dedicarse tiempo a sí mismas. Aquí van mis consejos. Gracias por el trabajo realizado, bienvenidas a una nueva vida.

Puede usted atender la huerta.


 También puede intentarlo con el baloncesto callejero.


¿Qué tal si va al parque? Ver niños puede ser un poco agobio, pero quizás contagiarse de un poco de vitalidad no le venga mal.

¿Y dedicarse a las plantas?
 Dormir entre flores no es mal plan, no hay que perder el contacto con la naturaleza.


Escalar es una muy buena opción, pero por favor, cambie la corona por un buen casco.

Espero también que no haya esperado hasta esta edad para empezar a reciclar, pero por si acaso, ya sabe que nunca es tarde si la dicha es buena.

Puede probar también con el pádel

Puede también tratar de ir a misa, aunque le aseguro que no será la única jubilada que optará por este plan.

También puede darse un paseo por la feria y rendirse ante la inmensidad de la noria.
Otra opción muy repetida, es la de sentarse en un banco a ver las obras.


Pasear con su rey no es mal plan, aunque dudo que esta sea la opción elegida en su caso.

Por último, siempre podrá optar por dormir como una reina.Aunque ya no lo sea.

lunes, 9 de junio de 2014

Pena

Siempre quise escribir sobre la pena, no sobre la capital sino sobre el sentimiento. Fiel a mi estilo, me he dirigido al diccionario de la RAE, de donde he extraído esta definición '2. f. Cuidado, aflicción o sentimiento interior grande.'

El caso es que no sé qué es peor si sentir pena o darla. El día a día, la rutina, la experiencia o como queramos llamarla nos han curado de espanto, ya nada nos impacta, ya no nos creemos nada, vamos acorazados a prueba de lástima. Solamente de vez en cuando, en sitios seguros nos la quitamos, lo hacemos en cines, en el sofá de casa o camino del trabajo, libro en mano. Por su parte, hay quien vive de dar pena, con motivos o sin ellos. Lloran en platós de televisión, te piden un euro en el lugar menos pensado o le mendigan un aprobado al profesor.

Mientras unos optan por practicar la cara del Gato con Botas de Shrek, otros procuran seguir adelante, y es que como diría Zenit 'Si caminas cojeando no das miedo, sino lástima'.  

Sobre la pena escribí hace unos meses este pequeño relato, no viene a resolver la duda que planteo en el segundo párrafo pero al menos me hizo pensar. Dice así:


Las paredes de la casa se caían, o al menos estaban en permanente lucha por aguantar un día más sin llegar al suelo, cobraba lo justo para sobrevivir, ni tan siquiera vivir (bajo mi criterio). Entre su descendencia, una hija deficiente de la que apenas podía disfrutar por culpa del trabajo. Trabajo inexistente, pero que le tenía a pie del teléfono esperando una llamada que acabara con su aparente rutina.
Yo sentía pena por él. Él sentía pena por mí. Él había encontrado la forma de ser feliz, y yo todavía andaba por el camino, pensando que había obstáculos insalvables.