jueves, 20 de abril de 2023
20 de abril del 23
sábado, 31 de diciembre de 2022
Mi año compartido
Tenemos -yo el primero- la probablemente absurda costumbre de pensar que porque el planeta culmine una vuelta más al sol se abre una nueva tendencia. Al fin y al cabo, los años no dejan de ser la suma de meses, que a su vez están compuestos por semanas, días, horas, minutos, … instantes al fin y al cabo: buenos, males y regulares.
viernes, 2 de diciembre de 2022
Un segundo en la eternidad
El quererse mutará en cariño.
Y el cariño, seco de ser regado solo a base de recuerdos, marchitará.
Quedarán las canciones que nos harán viajar durante 3 minutos y 20 segundos.
Tal vez otro amor nos enseñen que este no lo era.
Y al final, seremos lo que siempre fuimos: un segundo en la eternidad.
miércoles, 20 de abril de 2022
Sonríe, es 20 de abril. Y si no lo es, sonríe también
Hace un tiempo admitía que a este blog le estaban saliendo telarañas y tenía polvo. Ahora, que ya ni a final de año ni por mi cumpleaños me ve aparecer, vencidas por el olvido, las telarañas son el menor de los problemas a los que este pequeño espacio se enfrenta.
Hoy, como quien cambia las persianas para evitar que entren okupas, me atrevo a dejar mi huella.
Este lugar abandonado, que nunca quiso ser inhóspito, siempre, o casi siempre tuvo palabras los días 20 del mes de abril y hoy al final he caído en la tentación. Porque sí, así soy yo, siempre injusto con los míos, preferí dedicarle unas líneas a quienes ya no copaban mi rutina, en lugar de llamarles e invitarles a una cerveza, y peor aún, en lugar de dedicar mi tiempo a cuidar a los que a mi lado seguían y de verdad lo merecían.
Ahora que no me luzco en redes, que no subo fotos ni en bodas ni rodeado de los bebés que marcarán mi futuro, que no presumo de apenas nada y que quizás me tomes por desaparecido quizás te alivie saber que estoy más vivo que nunca.
Las redes, el Marketing, los tiempos modernos, o como quieras llamarlo nos han enseñado que lo que no se ve, no existe. Y no es así. Hoy soy, más que nunca, quizás gracias al tiempo que junto a ti compartí, o quizás no.
Leí en su momento en alguna red algo así como “ojalá seas tan feliz como luces en las fotos que subes a las redes” y solo te deseo eso, que tu felicidad sea real, compartida en pareja o no, con el rol de cabeza de familia o no, con un buen trabajo o sin él, en el coche de tus sueños o en la guagua, con larga cabellera o con los vuelos a Turquía en favoritos de tu buscador. Feliz. Da igual cómo.
Y que si algún día te acuerdas de mí, lo hagas con una sonrisa en la boca.
No pido más.
Feliz 20 de abril.
Texto íntegro escrito en el vuelo NT173 (LPA - TFN) cuando mi intención real era echarme una cabezada.
lunes, 31 de mayo de 2021
Mejor
Un joven se sube a una patera.
martes, 20 de abril de 2021
20 de abril (suma y sigue)
20 de abril de 2021
miércoles, 31 de marzo de 2021
¿Qué nos está pasando?
Por edad, o quizás por otros motivos, debería ser de la generación paperless. Pero no, no lo soy, no sé si es el olor, mi memoria fotográfica para recordar por qué página voy o simplemente que tener algo tangible me da la sensación de no olvidar nunca el libro en cuestión. No lo sé.
Algo parecido me pasa con los discos de música. Me gusta comprarlos, para luego digitalizarlos y escucharlos desde mi teléfono. Con suerte, el disco más afortunado sonará en el coche, pero cada vez menos, al fin y al cabo sigo viéndole la gracia a la incertidumbre de escuchar radios musicales. Tal es este sucedáneo de TOC que he llegado a comprar vinilos sin saber si el viejo tocadiscos de casa funcionaba (como era de esperar, no, no funcionaba).
Sin embargo, esta manía mía no me impide ver las ventajas de los juegos soportes. Al fin y al cabo, gracias a ellos he podido hacer nuevos descubrimientos culturales o saciar la sed de alguna canción concreta.
Y sí, todo esto lo cuento para justificar que a mí haya llegado una vieja canción, una de esas que si todavía no ha pasado a los anales de la historia, no creo que lo haga. Con todos los respetos a sus autores.
¿Qué me está pasando? ¿Qué nos está pasando?
Que con cualquier cosa nos conformamos y aceptamos un mensaje antes que una llamada, que entregamos 5 días a la semana a no sé quién para poder tener dos para nosotros. Que seguimos haciendo caso a nuestro orgullo antes que a nuestro corazón, o cabeza. Seguimos usando el plural solo para culpar y conjugamos solo la primera persona del singular para vivir.
Y sí, creo que lo que me pasa es que me hago mayor, ya lo he comentado antes.