miércoles, 15 de septiembre de 2010

Predicciones

A veces me despierto con complejo de “pitoniso” y creo que hoy ha sido uno de esos días. A continuación mostraré alguna de mis predicciones ante el fin del verano:
Para empezar vendrá Amaral de la mano de las emisoras de turno a recordarnos que “no quedan días de verano”, seguiremos el estribillo con o sin resignación y retomaremos el camino hacia el lugar al que nos dirigíamos. Las pelotas en las plazas dejarán de correr, quizás el próximo fin de semana saldrán de su escondite o con mucha más suerte esta misma tarde. La ropa de baño perderá protagonismo en los armarios y serán las bufandas y las chaquetas quienes reinarán por una temporadita. Los ventiladores se convertirán en un mero objeto de adorno mientras observan el éxito que tiene el paragüero.
Eternas charlas en terrazas de bares con cañas y frutos secos serán canceladas con el propósito de llegar cuanto antes a casa para ponerse el pijama y esperar a un nuevo día. Amigos que ya no viven aquí cargan sus maletas destino al lugar donde habitan, un “nos vemos en Navidades” saldrá de sus bocas y justo tras pronunciar la frase el pensamiento de “ojalá se cumpla y así sea” surge. Los amores de verano se despedirán escudándose en el consuelo de verse el próximo verano aún sabiendo que queda mucho por llover, y más con un otoño y un invierno de por medio.
Y todo eso mientras en el espejo podrás ver como poco a poco el moreno que tanto costó se va degradando.
A su vez las orquestas que amenizaban fiestas de pueblos costeros dejarán su puesto a panderetas, guitarras y melodías menos animadas. El vendedor de helados se replanteará seriamente dedicarse a la venta de castañas para poder llevar el pan a casa.
Mientras, la televisión se llenará de anuncios de juguetes y turrones. Y quizás presenciaremos un anacronismo cuando se cuele algún anuncio que incite a descargarte la canción del verano.
Pero no todo es tan gris como el cielo que reinará algunos días a partir de ahora, porque justo después de Amaral puede ser que suene El Canto del Loco y te recuerde que Volverá, seguro que volverá. Entonces ahí puede que comprendas que lo que hace divertida a esta vida son los extremos, aburriría que todo fuera día y no existiera la noche y viceversa, no sabríamos lo que es el frío porque no conocemos el calor.
Y quizás solamente sea así cuando logres comprender que toda época del año tiene su encanto.
El arco iris te encontrará en algún charco, despedidas en portales pueden convertirse en un “sube a mi casa, tomaremos café para evitar el frío”, los almendros se pondrán en flor, las bodegas abrirán para sacar sus nuevos vinos y se improvisarán excursiones con la única intención de ver la nieve y jugar con ella. Las calles se iluminarán de luces y tras todo esto y más surgirá un gran descubrimientp: El optimismo y la alegría no entienden de épocas y pueden estar en cualquier lugar,

No hay comentarios:

Publicar un comentario