Tengo un amor, no es el único y es un amor compartido, pero estoy convencido de que este amor es para toda la vida. Y hoy le escribo a ella.
Ella es bonita, joven y no muy grande. Además, tiene acento, y me lo ha contagiado. Es capaz de lograr imposibles, y todavía consigue dejarme callado. Es tan grande este amor, que cuando oigo su nombre, algo se mueve dentro de mí.
También es cálida y descarada, con carácter, capaz de ser hasta siete o más a la vez.
Ella me entiende, y me atrevería a decir que yo a ella también. Tiene historia, y me conmueve al recordarla.
A diario logra sacar lo mejor de mí, y en parte de ahí nace mi admiración por ella, porque no hay amor sin admiración, y si lo hay, yo no lo conozco.
Probé a estar lejos de ella un tiempo, y reconozco que la eché de menos, la busqué en otras partes, y nunca la encontré como ella, otras tenían retazos pero no eran ella.
En definitiva, tiene todo lo que necesito y rara vez me hace llorar, y si lo hace es de alegría.
Ella me ha obligado a desear buscar alguien que comparta mi amor, no por ningún complejo, sino por las palabras del poeta cuando afirmaba que "el hombre muere donde la mujer nace", y sin duda morir cerca de mi amor no es tan mal plan.
Feliz día, hogar, feliz día, Canarias.
Arriba Canario !!!!
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