La primera vez que supe de la existencia del término que
encabeza esta entrada fue en clase. Había que analizar un texto de una bodega
de Ribera del Duero que había decidido volver a darle a la uva y la viña la
importancia que merece. “Back to basics” es volver a la esencia, a la base, a
lo imprescindible; es alejarse de tanto perifollo y desnudarse, volviendo así
al origen, aunque quizás aquí se empiece a solapar con otro término, el “Back
to backs”.
Además, en la baldía búsqueda por internet de una definición
“oficial” que pudiera incrustar en esta entrada descubrí que así se había
titulado uno de los discos de la cantante estadounidense Christina Aguilera.
Sin embargo, lejos de desalentarme seguí decidido a dedicarle unas palabras a
este término.
“Back to basics” es recurrir a la soledad y el silencio como
forma de reflexión, de llamada de atención o de guerra fría, al fin y al cabo
desde el útero materno esas han sido las condiciones. Un mundo dentro de otro
mundo y aún así se está solo (espero que gemelos y mellizos no me estropeen
esta descripción tan peculiar).
¿Qué hace un gigante nada más caer? Porque no nos engañemos,
los gigantes también caen, yo lo he visto, nunca he sabido si caen por no ser
lo suficientemente grandes o porque caer es tan habitual que ni los gigantes se
libran de ello. La respuesta es levantarse, es básico y casi innato lo de
levantarse, puede que con el paso del tiempo pasemos de levantarnos físicamente
a levantarnos anímicamente; no lo niego, y es que llevamos aprendiendo a
levantarnos desde que aprendemos a caminar o desde el patio de recreo.
Cuando nos engañan y nos lo creemos también está el dichoso “Back
to Basics”. No olvidemos que venimos con inocencia e ingenuidad de serie y poco
a poco se nos va gastando.
El turismo rural, detenerse a mirar las estrellas (con o sin telescopio), la
jardinería, la obsesión por los pechos, el volver a casa por Navidad, cantar a capela,
la comunicación cara a cara, desear vivir en la cama, celebrar la lluvia… Todo
esto y más es “Back to Basics”, y pido perdón si otra vez he vuelto a confundir
con “Back to Backs”, quizás no tenga tan claro el concepto.
Y tras todo esto, creo que lo único que tengo claro es que
no por ser un anglicismo el término ha de ser nuevo, y que esta obsesión por
ponerle nombres “más comerciales” a cosas que han existido desde siempre es
realmente innecesaria.
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