En unas horas dará comienzo el tradicional sorteo de Lotería de Navidad. Mientras dure el sorteo, será el día oficial de la suerte. Una vez concluido, pasará a ser el día oficial de la salud, o más bien del consuelo.
Pero antes de que los niños de San Ildefonso aumenten los ceros de mi cuenta bancaria quiero escribir muy brevemente sobre la suerte.
Este mismo verano, con alguna copa encima, discutía con unos amigos sobre la existencia o no de la suerte. Y lo defendí por aquel entonces y lo seguiré defendiendo de momento: existe y eso de "la suerte hay que buscarla" no es más que una generalización preciosa para adornar cuadernos y calendarios, lo firme Mr Wonderful, o lo haga Paulo Coelho. La suerte existe, y todo aquello que conlleve nuestra propia acción ya no es suerte, es otra cosa, pero suerte no.
Creo que he tenido mucha suerte a lo largo de esta vida cada vez más larga. He sido tan afortunado que soy incapaz de hacer un listado de mis fortunas, así que simplemente hago un resumen, de todas esas pequeñas cosas que por lo general no me paro a agradecer, pero han sido toda una suerte.
Suerte de conservar amigos, de haber conocido a mis cuatro abuelos, de haber tenido la suerte de comer en casa en mi época escolar (aunque eso haya derivado en ser un tiquismiquis a la hora de comer). Suerte fue nacer en una época como esta, mejorable pero con herramientas para mejorar este mundo.
Suerte fue nacer en lo que llaman en el paraíso. Afortunado también por haber crecido en un ambiente sano, alejado de vicios, pero no como quien vive en una burbuja sino como quien lo ve a la distancia exacta para ver y decidir no caer en ellos.
Tuve la gran suerte haberte conocido, de haberla conocido. De cruzarme con tanta gente sorprendente en este camino.
Así que pase lo que pase mañana, yo ya habré ganado. Y que nadie niegue que este gordo sí que ha estado muy buen repartido.
Y que esto no suene oportunista, ni ventajista, ni derrotista por favor. Porque repito que esta será mi última entrada antes de que una cifra me dé una gran alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario