sábado, 23 de abril de 2011

Un partido en modo aleatorio

He vuelto al estadio a ver al Tenerife tras casi dos meses sin ir, esta vez tocaba hacerlo solo y con la exclusiva compañía de música. Algo que me sirvió para desarrollar dos teorías complementarias, la primera es que los nuevos artilugios tecnológicos (“gadgets” para los más snobs) incorporan alguna extraña función que hace que busquen canciones relacionadas con la realidad que está teniendo lugar si uno opta por el modo aleatorio; la segunda teoría es que quizás sea uno quien apoderado por la inspiración encuentre similitud entre lo vivido y las canciones que suenan.
Aproximadamente 30 canciones sonaron y a todas salvo una supe encontrarle similitud con la situación del Tete. La canción libre era “se enamoró de un río” de Pedro Guerra, he tratado de darle muchas vueltas y no se me ocurre qué pintaba la canción en el dichoso partido.
Todo empezó con Maná y “no te rindas”, pintando un panorama muy optimista con esta canción, pasando automáticamente a escuchar a “La Vieja Morla” con su canción “Inesperado”, es que no creo que haya mejor título para la nefasta temporada 2010/2011. Hizo también su aparición Ismael Serrano con “ya nada es lo que era”, pensamiento generalizado al echar la vista atrás y ver que el año pasado estábamos en primera y que el próximo tocará jugar en segunda B.
Y así llegó Juanes con Yerbatero, “eso es lo que hace falta, alguien que acabe con esto” pensé, y fue precisamente con esta canción con la que llegó el gol del Villarreal B, quitándome el antifaz que me hacía creer en la salvación, antifaz que daba también nombre a la canción de Maná que sonaría seguidamente. Tampoco faltó a su cita Nach con “pensando en voz alta”, que es lo que hacían muchas personas a mi alrededor, mientras yo seguía con mis cascos sorprendido con tanta coincidencia.
“Volveré temprano” también de Ismael Serrano llegó a mis oídos, convirtiendo en una auténtica montaña rusa a mis emociones invitándome a creer que lo de la 2ªB será un mero trámite. Y surgieron las dudas con Amy Winehouse y su “will you still love me tomorrow” , no supe responderle, no sé si seguiré queriendo a mi equipo mañana, es más ni siquiera sé si seguirá existiendo mi equipo, aunque supongo que al acabar mi enfado volveré a jurar “amor eterno” a mis colores.
Danzaré al son de la vida cantaba Macaco, dando paso a Bob Marley y su “Is this love”, ¿es amor esto que estoy sintiendo? ¿aman realmente los jugadores a su equipo? La respuesta llegó de la grada con eso de “jugadores mercenarios”. Siguiendo con la racha de música en inglés y cantada por leyendas de la música llegó Bruce Springsteen con su canción, “one way street”, calle de un único sentido que va a parar a 2ªB.
“El regalo más grande” de Tiziano Ferro también apareció y Macaco regresó con “Seguiremos” pero sinceramente no lograron impregnarme de mucho optimismo. Quienes sí lograron que me pusiera a pensar fueron The Beatles con “Something”, ¿qué será ese algo que necesita el Tenerife? El gol supuse y seguí con lo mío mientras sonaban Los Secretos con Manolo García cantando “volver a ser un niño” niño que fui, niño que tuvo a su equipo en UEFA y no supo valorarlo.
Y Revolver siguió metiendo el dedo en la llaga con “El dorado” canción en la que dice una frase con muchísimo simbolismo “¿lo mejor de sus vidas dónde se ha quedado?”, y a buen entendedor ya sabemos lo que pasa.
Y terminó el partido igual que lo hace esta entrada (En circunstancias normales tocaría terminar con una frase optimista que invitara a la esperanza, mas esta vez no será así)

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